La historia de nuestra familia se entrelaza con la historia de Roma y del Vaticano. Es una historia de fe y determinación que sigue motivándonos mientras seguimos acogiendo en el corazón de la Santa Sede a innumerables peregrinos que acuden movidos por la fe.

 Somos nosotros, hace 120 años. 

La actividad de la familia Savelli comenzó su andanza en el año 1898, cuando en preparación del Jubileo del 1900 Lorenzo Savelli decidió abrir una pequeña tienda religiosa. Ex Guardia palatino, su único deseo fue ofrecer a los peregrinos de visita en la Santa Sede la oportunidad de llevar a casa un recuerdo de esta experiencia irrepetible.

Así era nuestra tienda por aquel entonces.

1929 — La segunda generación

Algunos años después, llegó el turno de Luigi de incorporarse al negocio familiar: trasladó la tienda enfrente del columnado de Bernini y se empeñó en consolidar nuestra presencia en la vida de la Plaza San Pedro, sentando así las bases de muchas aventuras venideras.

Luigi posando con sus hijos, al igual que su padre algunos años antes.

Los años 1960 — Un paso adelante

El punto de inflexión de nuestra historia ocurrió cuando Lorenzo, nieto y homónimo del fundador, se puso al mando de la empresa acompañado por su talentosa mujer Rosanna. Los dos trabajaron codo con codo durante muchos años, transformando la pequeña empresa familiar en una grande compañía especializada tanto en la venta de artículos y joyería religiosa, como en la promoción del arte del mosaico.

Lorenzo, el niño rubio de la foto anterior, con su mujer Rosanna.

Los años 2000 - Tras los pasos del fundador 

Los tres hijos de Lorenzo y Rosanna abrieron otras tiendas en las cercanías de la Santa Sede. Inspirándose en la idea original de su bisabuelo, Alessandra, Luigi y Pietro abrieron las puertas de un nuevo punto de venta Savelli con ocasión del Jubileo 2000 y siguen a día de hoy gestionando la empresa, hombro a hombro, manteniendo viva una tradición centenaria.

Vale la pena mencionar que la duradera pasión de la familia por el arte de la técnica romana del micro mosaico, sembrada por Lorenzo y cultivada por sus hijos, floreció convirtiéndose en Ars Antiqua Savelli, una extensa colección privada de piezas musivas que la familia ha ido atesorando durante más de cinco décadas. Las piezas más significativas de dicha colección llegaron a formar parte de la muestra “Minute Visioni” en el Museo Napoleónico de Roma.

Ars Antiqua Savelli en el Museo Napoleonico di Roma.

Los años 2010s — La transformación digital 

Aunque siempre aprovechamos al máximo la experiencia de las generaciones pasadas, también confiamos en la intuición de los más jóvenes. Hace pocos años, Savelli ha lanzado su nueva tienda online bajo la guía de Valentina, la primogénita de Alessandra. Ella quiso llevar el principio fundante de la empresa a otro nivel, rompiendo las distancias y permitiendo así a los fieles de todo el mundo obtener un objeto religioso bendecido por el Santo Padre.

Lorenzo Savelli con sus tres hijos: (desde la izquierda) Luigi, Alessandra y Pietro. 

Nuestro legado espiritual y la lealtad a los valores de nuestros antepasados nos han conformado como somos. Nuestra misión como familia y como empresa fue, sigue siendo y siempre será la misma: crear un impacto positivo en la comunidad de los fieles y promover la artesanía italiana.

La fe — que tiene el inconmensurable poder de regenerar, inspirar y proporcionar una sensación de plenitud — es responsable de la familia que somos. Hemos cambiado y evolucionado, pero el espíritu de lo que comenzó hace 120 años todavía sigue vivo. Deseamos y trabajamos para que la tradición de ofrecer objetos religiosos de calidad y mosaicos de alto valor artístico siga haciendo felices a los fieles de todo el mundo.