Estatua en polvo de mármol. Una obra maestra de Leonardo da Vinci, el Cenáculo. Conocido ya en aquellos años como un famoso artista y estudioso, a este gran personaje del Renacimiento fue comisionada una obra para pintar en el refectorio del Convento dominicano de Santa Maria de las Gracias en Milán, aproximadamente en el año 1495. Tanto a través del Evangelio, como a través de las reconstrucciones y textos antiguos conocemos este acto final de la vida de Cristo, que llegó a ser una de las imágenes más célebres, sobretodo en la iglesia. Posicionado en el centro de la mesa, la figura de Cristo domina la escena. En la parte izquierda de la pintura podemos ver los Santos Apóstoles, Bartolomé, Jacobo el Menor y Andrés, Pedro, Juan y Judas Iscariote. A la derecha, pasada la imagen entronizada de Cristo, Jacobo el Mayor, Felipe, Tomás, Mateo, Judas Tadeo y Simón. El significado de esta representación artística no solo es la traición, sino también la oferta de Jesús al hombre a través de la Eucaristía.

Bajo petición, la estatua religiosa puede recibir la bendición del Papa Francisco. Solicítela de forma gratuita en la cesta.