Padre adoptivo de Jesús, el carpintero de Nazareth fue elegido de Dios como el guardián y protector de María y de su hijo Jesús. Habitualmente es retratado con un vestido largo casi siempre de tonalidad color marrón. Este color identifica muchas cosas relacionadas con este importantísimo Santo. Por ejemplo el marrón es el color de la tierra, del tronco de los árboles, y de la seguridad; asimismo es el color del amor por los propios orígenes, de la prudencia, paciencia y tenacidad. Nuestros artesanos lo representan a través de su gran capacidad de dar vida y esplendor a sus obras; cubierto por una vestimenta con pliegues vivaces y un mantel que le confiere mucha importancia, San José tiene la mirada tierna y amorosa de un niño. Una fiel elaboración manual, realizada con extremo cuidado por los detalles, acabada y decorada con colores naturales y cromáticos.

Bajo petición, la estatua de San José puede recibir la bendición del Papa Francisco. Solicítela de forma gratuita en la cesta.