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A powerful healing prayer to Padre Pio

Una oración de sanación a Padre Pío

Nacido en 1887 en el pequeño pueblo de Pietrelcina (sur de Italia), Padre Pío, cuyo nombre real era Francesco Forgione, es bastante famoso en todo el mundo por todos los milagros y curaciones relacionados con él. Si bien su familia era pobre en bienes materiales, ciertamente era rica en la fe y el amor de Dios. Desde muy joven, Francesco mostró signos claros de una gracia extraordinaria. Se celebra el 23 de septiembre y se considera Patrón de los Voluntarios de Protección Civil, de los adolescentes, de Pietrelcina y se invoca contra el estrés.
Descubre más sobre la vida de San Padre Pío de Pietrelcina y recita la poderosa oración de sanación a continuación.

Vida de Padre Pío

Con solo cinco años, Francesco decidió dedicar toda su vida a Dios y a la vida religiosa. Según su madre, fue un niño tranquilo que, ya desde pequeño, amaba ir a la iglesia y rezar. Verdaderamente sintió una gran devoción a Dios ya los santos.
Dada su edad, pudo ver y comunicarse fácilmente con su ángel de la guarda, Jesús y la Santísima Virgen María.
A la edad de 15 años, Francesco fue admitido al noviciado de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone, Italia. Fue admirado tanto por sus compañeros de estudios como por sus superiores por su comportamiento ejemplar y su profunda piedad que lo caracterizó a lo largo de su vida. Uno de sus compañeros dijo:

“Había algo que lo diferenciaba de otros estudiantes.
Siempre que lo veía, era humilde, sereno y silencioso.
Lo que más me llamó la atención del hermano Pío fue su amor por la oración”.

En agosto de 1910, a la edad de 23 años, el Padre Pío fue ordenado sacerdote.
La celebración de la Santa Misa fue para el Padre Pío el centro de su espiritualidad. Debido a las largas pausas de silencio contemplativo, su Misa podía a veces durar varias horas. Todo en él hablaba de la intensidad con la que vivía la Pasión de Cristo.
Su comunidad parroquial quedó profundamente impresionada por su profunda piedad y, uno por uno, comenzaron a acudir a él, pidiéndole consejo. Su Misa parecía una experiencia que cambiaba la vida en la que todos querían participar, desde todos los rincones del mundo.
El Padre Pío, destinado sobre todo a ser un hombre de oración, rezaba casi continuamente y sus oraciones eran generalmente muy sencillas: por eso era tan seguido por los fieles. Le encantaba rezar el rosario y recomendaba a otros que hicieran lo mismo.

Convent and Church of St. Pio
Convento e Iglesia de Padre Pío en Pietrelcina (Apulia, Italia del sur).

Padre Pío y la enfermedad

Padre Pío sufrió de mala salud toda su vida, una vez dijo que su salud se había deteriorado desde que tenía solo 9 años. Debido a su pésima salud, estuvo separado de su comunidad religiosa durante más de cinco años.
Aunque sus enfermedades prolongadas y debilitantes siguen siendo un misterio para los médicos, el Padre Pío decidió ofrecer a Dios todos sus sufrimientos corporales como sacrificio, por la conversión de las almas. Además de sufrir una enfermedad física, también experimentó mucho sufrimiento espiritual. En una carta a su director espiritual, el Padre Benedetto Nardella, dijo:

“Hace tiempo que siento la necesidad de ofrecerme al Señor
como víctima por los pobres pecadores y por las almas del Purgatorio.
Este deseo ha crecido continuamente en mi corazón tanto que
ahora se ha convertido en lo que yo llamaría una fuerte pasión.
Me parece que Jesús quiere esto”.

Los signos de los estigmas, las llagas de Cristo, aparecieron en el cuerpo del Padre Pío el viernes 20 de septiembre de 1918, mientras rezaba frente a un crucifijo y daba gracias después de la Misa. Tenía 31 años y se convirtió en el primer sacerdote con estigmas en la historia de la Iglesia. Soportó con resignación y serenidad las dolorosas heridas en sus manos, pies y costado durante cincuenta años.
Si eres devoto de San Padre Pío, ahora puedes tener la medalla religiosa dedicada a este famoso santo católico. Pida que sea bendecido por el Papa Francisco y pida que le graben el reverso.

Medalla de San Padre Pío

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Oración para curar a una persona querida

Padre Pío, durante tu vida terrena santificaste el dolor y el sufrimiento y, a través de ti, el Señor realizó milagros y obras de curación.
Siempre has mostrado misericordia y compasión por los enfermos, y nos has dado un brillante ejemplo de fe y obediencia a la voluntad de Dios nuestro Señor.

Amado Padre Pío, pongamos en tus manos a nuestros seres queridos que están enfermos, encomendamos tu cuidado a todos los enfermos terminales que no tienen esperanza terrena, y humildemente te pedimos que realices una obra milagrosa de sanación por ellos.
Oh glorioso Padre Pío, seca sus lágrimas, dales confianza y esperanza.

Renueva en ellos una fe capaz de creer que todo es posible si es la voluntad de Dios Permanece cerca de ellos, cada día, en la debilidad y el dolor. Envuélvelos con tu bondad, para que no les falte la fuerza y ​​el coraje para enfrentar su enfermedad con tenacidad.

Padre Pío, haz que mi oración de sanación sea digna de ser escuchada en el cielo.

Que por tu intercesión Padre Pío, el poder de Dios y el Espíritu Santo fluya en cada célula de su cuerpo, y alcance lo más profundo del alma, para purificarlos y curarlos de todo mal.

Dulce Padre Pío, sé que para pedir y obtener el milagro de una curación, mi fe debe ser pura y sincera, por eso te abro mi alma y mi corazón. Lléname de luz clara, llena mi egoísmo con tu bondad infinita, hazme más caritativo y enséñame a ser más generoso, sin buscar recompensa terrenal. Eres mi guía, la alegría de mi corazón, mi ejemplo de vida vivida para Cristo.

Padre Pío, viniste al mundo para traernos el abrazo de Jesús nuestro Señor, por eso fortalece mi esperanza de ver (decir el nombre del ser amado que quieres sanar) sanado de sus males. Clementísimo Padre Pío, muéstrame tu amor y concédeme la curación de (di el nombre del ser querido cuya curación deseas) para la gloria de nuestro Señor que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

 

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