Figuras significativas del periodo navideño son los angelitos de Navidad, entidades fuertemente vinculadas a la Natividad de Jesús y a la Anunciación de su llegada al mundo. La función de los ángeles es traer la esperanza de una nueva salvación para la humanidad, gracias al nacimiento del Mesía. Por esta razón, las representaciones de los ángeles están muy presentes en las casas de los cristianos, en tiempo navideño.
Vamos a recorrer los momentos culminantes en los que los ángeles han sido fundamentales en el periodo anterior al nacimiento de Cristo.
Los Ángeles de Navidad en el Evangelio de Mateo
En el Evangelio de San Mateo, un ángel aparece en sueño numerosas veces, tanto a San José como a los Reyes Magos, para indicarles lo que hay que hacer para que el Hijo de Dios recurra en seguridad y serenidad el viaje de su vida en la Tierra, alejándose de peligros y amenazas.
En particular, cuando un ángel apareció a San José, le dijo:
"José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados."
(Mt 1, 20-21)
Tras esta aparición, José, despertándose de su sueño, hizo lo que le ordenó el ángel de Dios y tomó en matrimonio a la Virgen María.
Los Ángeles de Navidad y la Anunciación de María
En el Evangelio de Lucas, una importante figura celeste toma la palabra, dando lugar a uno de los acontecimientos fundamentales del Cristianismo: la Anunciación, celebrada el día 25 de marzo.
El arcángel Gabriel aparece a plena luz del día a María, una chica de solo 14-15 años, para anunciar la llegada a la Tierra del Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesús Cristo.
“María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”
(Lc 1,30-33)
El ángel apareció nuevamente pero a San José, cuando sospechoso del embarazo de María pensó en no casarse con ella. La figura celeste apareció en el sueño a José, explicándole que la concepción tuvo lugar gracias al Espíritu Santo.
Cuando María dio a la luz Jesús, un ángel luminoso anunció el misterio de la natividad a los pastores y junto con otros seres celestes celebró el bendito evento con un canto angélico, entonando:
“¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”
(Lc 2, 14)
Los ángeles que aparecieron, condujeron a los pastores hacia Belén, hasta el pesebre donde nació el Hijo de Dios y, en cuanto llegaron, comunicaron a José y María sobre la aparición angélica que tuvieron, durante su camino.
El Canto y la Música como Medios de Acercamiento a Dios
San Agustín decía “cantar es propio de quien ama”. El canto, y más genéricamente la música, son artes profundamente asociadas con los ángeles de Navidad y con las oraciones. A través de la música, los ángeles son portadores del mensaje de Dios, escrito en la Biblia. Con esta, el alma de quien canta se hace ligera, se eleva y se abre totalmente a Dios. Gracias al canto, el alma de los fieles deja al lado malos pensamientos y preocupaciones y deja espacio a la alegría de los cantos angélicos.
Angelitos de Navidad
Para celebrar a los ángeles que acompañaron y anunciaron el nacimiento de Jesús, durante el periodo navideño, las casas de los cristianos se llenan de decoraciones que representan estas importantes figuras celestes del Catolicismo.
Dichos adornos están disponibles en diferentes tamaños y materiales, en la colección dedicada.
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