Acercar a los adolescentes y jóvenes a la fe y al mundo de la oración no es tan sencillo. Debido a su edad, muchos adolescentes no comprenden cómo la fe puede mejorar y llenar sus vidas. Muchos son influenciados por los placeres materiales, atraídos por la tentación y por lo tanto inducidos al pecado, pero nunca es demasiado tarde para descubrir lo que realmente significa el amor de Dios.
Si necesita algunos consejos sobre cómo acercar a un adolescente a la fe católica, lee el artículo a continuación y descubre algunos consejos importantes.

1. Acostumbra tus hijos a la fe desde pequeños

Todos los que hoy son adultos, una vez fueron niños. Su personalidad actual fue moldeada en el pasado por sus padres. Por lo tanto, no serían las personas que son hoy si no hubieran recibido una educación infantil específica. Por eso, el papel de los padres es fundamental: si queréis que vuestros hijos estén cerca de Dios, acostumbradlos desde pequeños a familiarizarse con el mundo cristiano y la religión. Léeles pasajes de la Biblia, reza con ellos, acostúmbralos a hablar contigo y trata de resolver sus dudas sobre la fe y la vida.
Acostúmbralos a rezar un Ave María por la mañana y un Padre Nuestro antes de ir a dormir. Ayúdalos a dedicar algunos de sus pensamientos al Señor y buscar en Él las respuestas que necesitan.

2. Lleva tus hijos a misa el domingo

Un papel importante lo juega el párroco de la comunidad parroquial. Acostumbrar a los niños a ir a misa los domingos puede ser otra idea para acercar a tus hijos a Dios y al mundo cristiano. Muchas veces, las palabras del párroco son fuente de inspiración para nuestra vida: nos ayudan a comprender mejor la Palabra de Dios, nos enseñan a no pecar, a abrazar el plan que Dios tiene para nosotros. Acostumbrarlos a la misa dominical es sin duda una gran manera de ayudar a los adolescentes a no encerrarse en sí mismos, a enfrentarse a sus compañeros en el ámbito religioso.
Después de todo, lo sabemos: la comparación es extremadamente importante, especialmente en la adolescencia.

3. Sé alentador

Si su hijo dice: "¡Leí la Biblia, pero fue muy aburrido!" no te enojes. No reacciones negativamente. Mantén la calma. Tu hijo necesita saber que puede ser completamente honesto y confiado contigo. Debe sentirse libre de decirte la verdad sobre cualquier cosa, especialmente sobre la fe. Esto lo alentará a seguir siendo honesto contigo en el futuro y lo ayudará a desarrollar una relación respetuosa con sus padres.
Animad a vuestros hijos a expresar sus pensamientos, sus perplejidades, sus dudas sobre la fe, y ofreciéndoles siempre otro punto de vista: el cristiano.

4. Siempre estés ahí para ellos

La adolescencia es una etapa muy complicada en la vida de cada uno de nosotros. Todos recordamos lo difícil que fue a veces, entre los 13 y los 19 años. Aquellos que saben que pueden contar con su familia ciertamente tienen una ventaja. Pero cuando esto falta, ¿a qué pueden agarrarse los niños y los adolescentes si no a la fe y al amor infinito de Dios?
A todos les puede pasar equivocarse, no estar siempre presentes, incluso a los mejores padres del mundo. Si es así, sus hijos deben saber que pueden confiar en la fe, porque es inquebrantable e infalible. La ayuda que puede dar la fe es inmensa y es importante que los jóvenes lo tengan presente. Enséñales, pues, que si no estás tú, siempre podrán contar con el Padre Eterno, los Santos y la Virgen María.

 

 

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