Anjezë Gonxhe Bojaxhiu, también conocida como Madre Teresa de Calcuta, nació en Skopie (Macedonia del Norte) el 26 de agosto de 1910 y fue la fundadora de la Orden de las Misioneras de la Caridad, una congregación católica de mujeres dedicadas a ayudar a los pobres y enfermos. Fue considerada una de las más grandes mujeres humanitarias del siglo XX y fue canonizada como Santa Teresa de Calcuta en 2016 por el Papa Francisco.
Pasó la mayor parte de su vida en la India, más precisamente en Calcuta, donde dedicó toda su vida a ayudar a los más necesitados, poniendo en práctica el valor cristiano de la caridad.
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¿Quién era Madre Teresa?
Monja y misionera, Madre Teresa dedicó toda su vida al cuidado de los enfermos y los pobres. Nacida de padres de origen albanés y habiendo enseñado en la India durante 17 años, ha vivido plenamente su "llamada dentro de la llamada" a partir de 1946. Su orden siempre se ha dedicado a los más necesitados; centros para ciegos, ancianos y discapacitados; y una colonia de leprosos para la gente de Calcuta.
Gracias a sus actos de caridad y labor benéfica y humanitaria en la India, en 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, galardón que la une a grandes personalidades de la historia contemporánea, como el Dalai Lama (1989) y Nelson Mandela (1993).
Fallecida en 1997 a la edad de 87 años, fue beatificada en octubre de 2003 por el Papa Francisco que, en diciembre de 2015, reconoció un segundo milagro atribuido a la Madre Teresa, allanando el camino para su canonización el 4 de septiembre de 2016.
Desde la fundación de las Misioneras de la Caridad, el sari azul y blanco se ha convertido en su signo de reconocimiento más icónico y aparece en muchas obras de arte, como el mosaico a continuación.
Mosaico de Madre Teresa de Calcuta, Savelli Mosaic Gallery
La llamada dentro de la llamada
En agosto de 1946 Calcuta fue escenario de sangrientos enfrentamientos y la ciudad quedó paralizada durante muchos días. Durante estos días de crisis, la Madre Teresa fue a buscar comida y quedó impactada por la devastación que sufría la ciudad. Después de unos días, el 10 de septiembre, la Madre Teresa experimentó una segunda llamada de Dios, la llamada “llamada dentro de la llamada” que transformaría su vida para siempre. Durante el viaje en tren desde Calcuta hasta las estribaciones de los Himalayas, ella informó que Cristo le hablaría y le diría que abandonara la enseñanza para dedicarse a los barrios marginales de Calcuta, ayudando a las personas más pobres y enfermas de la ciudad. Casi dos años después de la llamada dentro de la llamada, en enero de 1948 abrazó plenamente la voluntad de Dios y dedicó su vida a ayudar a los pobres y enfermos, como signo de confianza, amor y compasión por los más necesitados.
¿Eres devoto de la Madre Teresa de Calcuta y también quieres hacer algo por tu prójimo? Reza por su intercesión con la medalla religiosa que la representa y pídele que te dé su fuerte fe y disposición para ayudar a los demás.
Las Misioneras de la Caridad: ¿qué es la compasión?
Después de recibir el permiso oficial para salir del convento de Loreto para seguir su nueva vocación, en agosto de 1948 comenzó a usar el sari azul y blanco que usaría en público por el resto de su vida y comenzó a ir andando por la ciudad. Después de seis meses de formación médica básica, viajó por primera vez a los barrios marginales de Calcuta, en busca de ofrecer su experiencia y ayuda a los no deseados, no amados y no tratados.
Dos años más tarde, en 1950, fundó la Congregación Católica de las Misioneras de la Caridad, cuyos miembros deben adherirse a los votos de castidad, pobreza, obediencia y, cuarto voto, la voluntad plena de prestar libre y desinteresado servicio a los más pobres del mundo.
A través de sus actos de amor y caridad, esta orden católica es la realización más clara de la enseñanza de Jesús hacia los pobres, los enfermos y todas aquellas personas que no tienen nada ni nadie en quien confiar.
La vida y la entrega de Santa Teresa y sus misioneras nos enseñan lo que es la compasión: nos enseñan lo que significa comportarse como buenos cristianos con el prójimo, tendidos siempre hacia los menos afortunados que nosotros, porque así lo hizo el mismo Jesucristo durante su vida terrenal.
Hagas lo que hagas por alguien, recuerda siempre que el bien engendra el bien y el amor y la compasión son dos de los pilares del cristianismo.
Actúa según la fe... nunca te equivocarás. Y recuerda que:
“No todos pueden hacer grandes cosas. Pero cada uno puede hacer pequeñas cosas con mucho amor.”
Madre Teresa.
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