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Complimentary Blessing

St Francis prayer for animals

Oración a San Francisco de Asís por los animales

Imagina vivir en un mundo en el que cada ser vivo es visto como un reflejo de la belleza divina. Así es exactamente como San Francisco de Asís veía el mundo: un lugar donde los seres humanos y los animales forman parte de la creación de Dios y merecen amor, cuidado y respeto. 

Nacido en 1181 en Asís (Italia), San Francisco dedicó su vida a la sencillez, la humildad y la compasión por todos los seres vivos. Su profundo amor por los animales y el medio ambiente le valió el título de Patrón de los Animales y sus enseñanzas siguen inspirando a personas de todo el mundo. Una de las oraciones más famosas que se le atribuyen, la Oración de San Francisco por los Animales, pone de relieve su respeto por todas las creaciones de Dios y subraya la importancia de todas las formas de vida en la Tierra. 

Sigue leyendo para saber cómo pedir su intercesión e incorporar su espíritu de bondad a tu vida diaria.

Estatua de San Francisco

San Francisco de Asís, patrón de los animales y el medio ambiente

San Francisco, nacido en 1181 en Asís (Italia), es uno de los santos más queridos de la tradición cristiana, especialmente conocido como patrón de los animales y la ecología. Su vida está marcada por una profunda conexión con la naturaleza y los animales, derivada de su convicción de que todos los seres vivos forman parte de la creación de Dios. De joven, tras un despertar espiritual, San Francisco renunció a una vida de lujo, optando en su lugar por vivir en la pobreza y al servicio de los demás, incluidos los animales. Fundó la Orden Franciscana, que encarna sus enseñanzas de humildad y cuidado de todas las criaturas, tanto humanas como animales.

San Francisco es especialmente famoso por sus historias de interacción con animales, como la famosa doma del lobo de Gubbio, en la que hizo las paces entre un peligroso lobo y los habitantes de la ciudad. Estas historias reflejan su profundo amor por los animales y, aún hoy, muchas iglesias de todo el mundo celebran su fiesta el 4 de octubre con la bendición de animales domésticos

Sin embargo, San Francisco no es el único protector de los animales; si te interesa saber más, hemos hablado de él en este ENLACE.


Oración a San Francisco de Asís para los animales

La oración de San Francisco por los animales es una forma hermosa y sentida de pedir la protección divina y bendiciones para todas las criaturas. Conocido como el patrón de los animales, San Francisco nos recuerda el vínculo sagrado entre los seres humanos y el mundo natural. La oración a san francisco de asís por las mascotas no es sólo una petición por la salud y la seguridad de nuestros amigos de cuatro patas, sino también una expresión de gratitud por la alegría y la compañía que aportan a nuestras vidas. 

Tanto si tienes un animal de compañía como si deseas bendecir a los animales salvajes, la oración de San Francisco por los animales fomenta el amor, la compasión y la armonía entre los seres humanos y los animales. Recitar esta oración puede reconfortarte, sabiendo que tus mascotas están rodeadas de amor y protección.

Te rogamos, Señor, por todos los animales,
que puedan ser tratados con ternura y respeto.
Bendice el trabajo de las personas que se cuidan de ellos,
y concede a todos nosotros apreciar su belleza y diversidad,
reconociendo que todas las criaturas son obra de tus manos.
San Francisco, amigo y protector de los animales,
intercede por ellos ante el Señor,
para que vivan siempre bajo su protección.
Amén.

Mosaico de San Francisco

El legado de San Francisco de Asís como protector de los animales sigue siendo inspirador hoy en día, e incorporar su oración por las mascotas a nuestra rutina es un símbolo de amor por la naturaleza. Ya se trate de animales domésticos o simplemente de la belleza de las criaturas de Dios, invocar la bendición de San Francisco puede ayudar a alimentar el vínculo entre nosotros y los animales a nuestro cuidado. Al abrazar sus enseñanzas, se nos recuerda la importancia de vivir en armonía con toda la creación de Dios, reconociendo que cada criatura tiene su lugar y su propósito en el mundo.



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