A veces, la vida nos confronta con pruebas terriblemente dolorosas, como la pérdida de un bebé debida, por ejemplo, a un aborto espontáneo. Es una de las cosas más dolorosas que podemos experimentar en la vida. Muchas mujeres desarrollan injustamente un sentimiento de culpa, ya que se atribuyen la causa a sí mismas. Esto es absolutamente incorrecto, ya que no tienen la culpa del evento desagradable. El dolor de una madre (o padre) que pierde un hijo es algo insoportable y lacerante; crea un vacío que es imposible de llenar. La Virgen María, que perdió a su único Hijo siendo joven, lo sabe bien, y por eso muchas madres dirigen sus oraciones a Ella, que las comprende perfectamente.
Descubre cómo sentir la cercanía de María en una ocasión tan difícil de la vida.
El dolor más grande de María
Entre los siete dolores de María, los dos últimos son probablemente los más significativos y más parecidos a una madre que pierde a su hijo: María con Jesús muerto en sus brazos y María asistiendo a su sepultura.
La Santísima Virgen, que perdió a su único Hijo siendo aún muy joven, sabe lo que significa y es probablemente quien más puede comprender el dolor de una madre.
Por eso, muchas madres que han tenido un aborto espontáneo dirigen sus oraciones a la Virgen y a Santa Ana: ambas son consideradas Patronas de los embarazos saludables y son invocadas contra los abortos espontáneos.
El Rosario de los niños no nacidos
Entre las muchas variedades de rosarios, existe uno específico que suelen utilizar las madres que han pasado por la terrible experiencia del aborto espontáneo. Se llama el "Rosario de los niños no nacidos" y es un instrumento religioso muy especial que utilizan las madres para tratar de encontrar algún tipo de consuelo espiritual, si es posible, después de la mayor pérdida de sus vidas.
Este rosario está compuesto por 5 decenas de particulares cuentas azules en forma de gota que contienen en su interior una pequeñísima representación del niño no nacido. La forma de estas cuentas recuerda a las lágrimas de una madre sufriente que vive esta terrible experiencia. Asimismo, el color rojo de las cruces recuerda a la sangre, que se asocia a la pérdida. Es una poderosa herramienta para ayudar a las madres que sufren y, al mismo tiempo, un arma poderosa para acabar con la práctica del aborto. Si tú o alguno de tus seres queridos está pasando por este calvario en la vida, rezar este rosario podría ser de gran ayuda espiritual.
Historia del Rosario de los niños no nacidos
El rosario de los niños no nacidos apareció por primera vez en octubre de 1997, el día que la Virgen María se le apareció a Maureen Sweeney-Kyle, con este rosario especial colgado frente a ella. La Virgen declaró que estaba allí para alabar a su Hijo Jesús y le dijo a Maureen que el Cielo sufre inmensamente todos los días por el flagelo del aborto, ya que es un enorme pecado cometido contra la vida misma, el don más preciado que Dios nos ha dado. Este rosario también se considera un arma poderosa contra este abominio y todas aquellas personas que no eligen la vida. Maureen Sweeney-Kyle contribuyó a la creación y propagación de este rosario muy particular. Tres años después, la Santísima Virgen y Jesús se le aparecieron nuevamente, diciéndole que cada "Avemaría" pronunciada con este rosario redimiría la vida inocente de un niño no nacido por aborto. Este rosario está destinado a ayudar a borrar el dolor de ese acto pecaminoso del Inmaculado Corazón de María.
El 13 de octubre de 2004, el Papa Juan Pablo II bendijo el Rosario de los niños no nacidos en Roma, como gran arma para concientizar y mitigar el castigo por el pecado del aborto.
Cómo rezar el Rosario de los niños no nacidos
Mientras reces el Rosario de los niños no nacidos, debe dirigirte primero a la Virgen y a Jesús con actitud de súplica. Es muy importante invocar la protección y salvación de todos los niños no nacidos del mundo entero, y el perdón para los pecadores que cometen esta inmoralidad hacia sus hijos.
Sigue estos sencillos pasos:
1. Eleve el Rosario al Cielo y di: "Reina Celestial, con este Rosario unimos a todos los pecadores de todas las naciones a Tu Inmaculado Corazón".
2. Haz la señal de la cruz y di: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén."
3. Recita la oración sugerida a Maureen Sweeney-Kyle después del ataque del 11 de septiembre: "Padre Celestial, en este tiempo de crisis mundial, haz que todas las almas encuentren paz y seguridad en tu Divina Voluntad. Concede a cada alma la gracia de comprender que Tu Voluntad es Amor Santo en el momento presente. Padre benévolo, ilumina toda conciencia para que se dé cuenta de que no vive en tu Voluntad. Concede al mundo la gracia para cambiar y el tiempo para cambiar. Amén."
4. Recita el Credo.
5. Continúa con las oraciones a continuación
- Un “Padre Nuestro”;
- Tres “Ave María” en honor de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad;
- Un “Gloria”.
6. A continuación, hay los Misterios pro-vida del Rosario, divididos en Misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. Después de cada Misterio, di:
- Un “Padre Nuestro”;
- Diez “Ave María”;
- Un “Gloria”;
- Una oración a Nuestra Señora de Fátima: "Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, sálvanos de las penas del infierno, acoge en el Cielo a todas las almas, especialmente a las que más necesitan de Tu Misericordia.";
- Una Eulogia por los niños no nacidos: “Jesús, protege y salva a los niños no nacidos.".
7. Después del Rosario reza algunas oraciones dedicadas a la Virgen, como la “Salve Regina” y las letanías contra el aborto, pidiendo al Señor ya la Virgen que acojan nuestras peticiones y perdonen los pecados de toda la humanidad
Artículos relacionados:
Novena a Santa Ana: oración para un embarazo seguro→
Los 5 Santos de las embarazadas y de los niños→
Los siete dolores de María→