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How to be powerfully present for your family

Cómo estar ahí para tu familia

Tu familia es el lugar más hermoso del mundo, un lugar donde la mayoría de nosotros puede sentirse sana y salva. Desde un punto de vista cristiano, la Sagrada Familia es el pilar de nuestra sociedad y es muy importante honrarla siempre que sea posible. ¿Te acuerdas de los 10 Mandamientos? Uno de ellos dice “Honra a tu padre ya tu madre”, para recordarnos lo importantes que son los padres en nuestra vida cotidiana. A veces puede pasar que se olvide este mandamiento tan importante. Puede que hagamos algo mal, que nos estemos portando mal con nuestros padres, pero es sumamente importante mostrarles respeto y honrarlos siempre. Además de ser cariñosos y respetuosos con ellos, podemos hacer mucho más, como estar siempre muy presentes para nuestra familia.
¡Descubre algunos consejos para saber cómo!

1. Permiso, Gracias, Perdón

Estas tres palabras son consideradas muy importantes y de gran valor dentro de nuestra familia y seres queridos, según el Papa Francisco. Según el Pontífice, cuando las pronunciamos mostramos cercanía a nuestros seres queridos, pero no sólo: son una demostración de nuestro respeto, la voluntad de perdonar y la gratitud, tres valores cristianos muy importantes. Compartir tu gratitud mejorará en gran medida la relación con tu familia.

2. Comparte tus ideas y pensamientos con tu familia

Compartir es la base de todas las relaciones humanas. Tu familia es con quien pasarás la mayor parte de tu tiempo, fuera del trabajo y los amigos. Por eso es muy importante cultivar vuestra relación día a día: enriquecerla compartiendo vuestras experiencias diarias, vuestros pensamientos, vuestras dudas y, si necesitáis algún consejo, preguntad sin miedo. Tu familia siempre está ahí para ayudarte y apoyarte, al igual que tú. No hay nadie en el mundo que te conozca mejor que tu familia. Asimismo, conoces a tu familia mejor que nadie. Estar siempre allí cuando te necesiten, cuando te pidan tu opinión, cuando estén felices y cuando tengan el corazón roto. Sobre todo en los momentos más difíciles y complicados, siempre es bonito que alguien sepa que puede contar contigo.

3. Pasa parte de tu tiempo libre con tu familia

Muchos de nosotros tenemos la suerte de estar rodeados de amistades hermosas y duraderas. Es normal querer compartir algún tiempo libre con ellos. ¡Pero nunca olvides tus raíces! Nunca olvides a tu familia, no los des por sentado. Compartir parte de tu tiempo libre con tu familia te ayudará a mejorar tu relación con ella, construir confianza y recuerdos juntos. Además, sabemos que, lamentablemente, nadie es eterno excepto Dios. Las trampas de la vida son muchas y es posible que nos arrepintamos del tiempo libre que no pasamos con nuestra familia. Por eso es muy importante utilizar el tiempo que tenemos disponible en esta tierra para rodearnos de quienes nos aman, quienes nos trajeron al mundo, quienes nos enseñaron a caminar, hablar, leer, escribir y muchas cosas más. Nunca lo olvides.

4. Sé siempre el primero en ofrecer ayuda

Si la vida se pone difícil, es cuando más te necesita tu familia. Muchos padres e hijos, por vergüenza o pudor, nunca piden ayuda, nunca piden apoyo por miedo a molestar. No te preocupes: no hay problema en no estar del todo bien. La familia es la base de nuestra sociedad, es el pilar de la vida cristiana, es el fundamento del cristianismo. Por lo tanto, los familiares son las primeras personas a las que acudimos ante cualquier necesidad, porque sabemos que siempre estarán ahí para nosotros, listos para apoyarnos. Si notas algún comportamiento extraño o que algo anda mal, no esperes a que tu familiar te pida ayuda. ¡Proponte tú mismo primero! ¡Sé siempre el primero en ayudar! Muéstrate disponible para ayudar, para escuchar, pero atento en respetar los tiempos de los demás. Muchas veces estar ahí para quien lo necesita es bastante fácil: es suficiente escuchar, dar un abrazo o sonreír. Muestra comprensión y sé siempre amable. Pronto te darás cuenta de cuánto se basará su relación en la confianza, el respeto y la escucha.

Para cualquier duda… Sigue el ejemplo de la Sagrada Familia

La Sagrada Familia es el pilar del cristianismo. No hay mejor ejemplo para inspirarse. La Sagrada Familia es la representación de todas las virtudes cristianas a las que se puede aspirar. Valores como el amor, la fraternidad, el respeto, el compartir, la escucha, la bondad, la humildad y la caridad son de fundamental importancia para una relación sólida con tu familia. Por eso, en caso de que pierdas el control o tengas dudas, consulta siempre a la Sagrada Familia: a San José, si eres padre, a la Virgen María, si eres madre, o a Jesús, si eres hijo o hija.
Si necesitas un poco de apoyo para inspirar tus oraciones, echa un vistazo a este maravilloso cuadro religioso plateado que representa a la Sagrada Familia. Colócalo en el lugar de tu hogar que prefieras y utilízalo como punto focal para tus momentos de oración.

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