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Carnival prayer for good humor

Tomás Moro: la oración del buen humor

“La alegría es un tesoro que vale mucho más que el oro”, dice el refrán.
Aprovechemos el período de Carnaval para sembrar un poco de buen humor con una oración muy amada por nuestro querido Pontífice.

No es un secreto que con su característica opulencia y ostentación, el Carnaval prepara a los fieles a un largo periodo de ayuno y penitencia. A pesar de ser justificado, el júbilo no debe hacer que perdamos de vista nuestro lado espiritual. Tenemos aquí una propuesta: sin renunciar del todo a festejar, en los días de Carnaval reza la “Oración del Buen Humor” de Tomás Moro. Papa Francisco ha confesado que la reza cada día, porque Dios quiere que seamos felices.

La Oración del Buen Humor de Tomás Moro

Con­cé­de­me, Se­ñor, una bue­na di­ges­tión,
y tam­bién algo que di­ge­rir.

Con­cé­de­me la sa­lud del cuer­po,
con el buen hu­mor ne­ce­sa­rio para man­te­ner­la.
Dame, Se­ñor, un alma san­ta que sepa apro­ve­char
lo que es bueno y puro, para que no se asus­te ante
el pe­ca­do, sino que en­cuen­tre el modo de po­ner
las co­sas de nue­vo en or­den.
Con­cé­de­me un alma que no co­noz­ca el abu­rri­mien­to,
las mur­mu­ra­cio­nes, los sus­pi­ros y los la­men­tos y no
per­mi­tas que su­fra ex­ce­si­va­men­te por ese ser tan
do­mi­nan­te que se lla­ma Yo.
Dame, Se­ñor, el sen­ti­do del hu­mor.
Con­cé­de­me la gra­cia de com­pren­der las bro­mas,
para que co­noz­ca en la vida un poco de ale­gría y
pue­da co­mu­ni­cár­se­la a los de­más.
Así sea.

Quién era Tomás Moro

Político, humanista y escritor inglés, Tomás Moro (1478 – 1535) es universalmente conocido por “Utopía”, una obra rompedora que inauguró una nueva época en el campo de la filosofía política.

Impávido opositor de la Reforma protestante, a pesar del peligro que corría por sus declaraciones, Tomás siempre mantuvo la superioridad del Papa al Rey de Inglaterra, y por ello fue acusado de alta traición y decapitado por orden de Enrique VIII, fundador de la iglesia anglicana. Se convirtió en mártir del catolicismo en el año 1935 gracias a la canonización del Papa Pío XI. Algunos años después, en 2000, fue proclamado patrono de los juristas y políticos por Juan Pablo II.

 

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